
Si llegó a tu refrigerador es porque cumplió con los procesos de
calidad e inspección
Todos los productos de ganadería y porcicultura de los Estados Unidos
son producidos bajo estrictos sistemas de inspección gubernamental
para que tengas la seguridad que todos los alimentos sean inocuos,
saludables, correctamente etiquetados y empaquetados.
Esta responsabilidad de vigilar la producción de carne americana está
establecida en la Ley Federal de Inspección de Carnes (FMIA) de
Estados Unidos, y es el Servicio de Inspección e Inocuidad de los
Alimentos (FSIS), que pertenece al Departamento de Agricultura de los
Estados Unidos (USDA), quien se encarga de que todos los protocolos se
cumplan.
- -Inspección ante mortem
-
Todos los animales vivos son inspeccionados para verificar que
están saludables, si presentan alguna enfermedad son separados
para exámenes de diagnóstico o tratamiento. Los animales no aptos
para consumo humano son sometidos a un manejo adecuado para que su
carne y vísceras no entren a la cadena de consumo.

- -Inspección post mortem
-
Después del sacrificio, se hace otra inspección en todas las
partes del animal, incluida la sangre y la piel, para detectar si
presentan signos de enfermedad en la canal, vísceras o despojos
comestibles, y determinar si son aptos para su consumo. Esta
inspección es obligatoria en Estados Unidos y la realizan
veterinarios oficiales y personal del FSIS.
Además de esta revisión, se hace un análisis llamado Análisis de
Riesgos y Puntos Críticos de Control (HACCP, por sus siglas en
inglés), el cual es un sistema de gestión que está diseñado para
prevenir, eliminar o reducir los riesgos, pues se encarga de
realizar un análisis biológico, físico y químico durante todo el
proceso de producción de la carne. Este plan ejecutado en cada
planta, bajo la supervisión reglamentaria del gobierno.
De esta manera, tienes la seguridad que toda carne americana que
llega a tu mesa ha pasado por una estricta inspección y ha sido
aprobada por los más altos niveles de control y calidad.
